sábado, 10 de mayo de 2008

Pictoterapia como alternativa de intervención psicoterapéutica en niños con necesidades educativas especiales.

Los principios fundamentales de la pictoterapia infantil son los siguientes:

o Actividad infantil.
o Libertad de expresión.
o Socialización del grupo.


Objetivios de la pictoterapia:
• Canalizar tensiones, emociones y sentimientos.
• Elevar la autoestima, lograr seguridad, confianza, independencia y responsabilidad.
• Obtener integración y sentido de responsabilidad en el grupo, lo que facilita su socialización y la canalización de actitudes negativas por vías social-mente positivas.
• Desarrollar la percepción, la memoria, la imagi-nación y despertar el interés por la observación del mundo circundante.
• Estimular el desarrollo de la atención voluntaria y de su concentración.

Metodología:
Selección del grupo de trabajo sobre la base de la caracterización hecha a los(as) alumnos(as), así como de los criterios de los maestros y la revisión de los expedientes clínico-pedagógicos.
En el grupo de trabajo se tiene presente el principio de voluntariedad (que el alumno desee y le guste dibujar).
En cada grupo se trabaja con 16 alumnos.

Técnicas:
Trabajo con crayolas.
Procedimiento:
Se orienta el dibujo, solamente con el uso de crayolas, sobre temas libres, temas sugeridos e ilustración de vivencias.
Al aplicar la técnica de la crayola deben cumplirse los siguientes requisitos
:

o Utilizar hoja de papel en blanco.
o Proporcionar crayolas con variedad de colores.
Además, deben tomarse las precauciones relacio-nadas a continuación:
o Que no exista ninguna información visual que le sirva de patrón al niño para copiar.
o Que no emplee ningún instrumento para el trazado (regla, compás, cartabón, e incluso un mismo lápiz para trazar).
o Que sólo disponga de crayolas para trabajar, no de lápiz grafito.


Sesiones:
Las sesiones de pictoterapia son 20 y se realizan dos veces por semana con una duración de una hora aproximadamente, según los intereses o motivaciones manifestadas por los participantes.
Durante las sesiones debe registrarse cuidado-samente todo lo que sucede, además de la observación de la dinámica general del proceso.
Las sesiones de dibujo libre permiten acentuar la individualidad del menor en su expresión gráfica, y facilitan la eclosión de temas insospechados y útiles por la descarga emocional que producen.
Las sesiones de dibujo sobre temas sugeridos estimulan a los niños y las niñas a que expresen lo que saben o sienten sobre el tema, y de esa forma logran la exteriorización de sus problemas emocionales.
Se ofrecen, además, ilustraciones de vivencias y de narraciones, lo cual propiciará equilibrio expresivo entre los temas propuestos, la libertad del dibujo, la composición y el color.
En cada sesión se orienta a los niños y las niñas que realicen el dibujo, y luego, que le den un título. Se les aclara que cada uno debe realizarlo como desee y como él o ella lo piense y sienta, por lo que todos no deben ser iguales. Al finalizar cada sesión, expresarán lo que más les gustó o cómo se sintieron, además se recogen recomendaciones para las nuevas sesiones y se les asignan tareas para que observen la naturaleza, el medio en que se desenvuelven, busquen lecturas o dibujos sobre determinadas líneas temáticas. Esa actividad logra que mantengan la motivación para la próxima sesión, se estimule la atención, la percepción, la memoria, así como el sentido de responsabilidad ante la tarea sugerida.
Al finalizar la sesión se analizarán los dibujos hechos por los niños y las niñas, y se harán las anotaciones correspondientes, para registrar así cómo van evolucionando en cada uno de los indicadores.
Al inicio de la aplicación de las sesiones no todo es positivo, ya que se han observado conductas negativas, tales como agresiones verbales en las relaciones entre los niños y las niñas, dificultades a la hora de compartir sus instrumentos de trabajo, así como burlas durante la realización de los dibujos.
Después de la sexta sesión, se registró mejoría, ya que se concentraban más en la actividad y daban paso a un mejor ajuste al tema, participaban en los debates, respetaban los criterios de los demás y adoptaban mejores relaciones interpersonales. En la medida en que las sesiones avanzan proponen nuevos temas que reflejan sus vivencias, demuestran claridad y amplitud de su percepción, utilizan variedad de colores y mejoran notablemente las relaciones interpersonales, pues son capaces de sugerir actividades y expresar su criterio sobre el trabajo de los demás sin agresiones físicas ni verbales. Por otra parte, ese método contribuye a elevar la asistencia y puntualidad a la escuela, así como el acercamiento a los padres, ya que en los días de las sesiones de pictoterapia llegan más alegres a sus casas y piden materiales para recolectar y tener trabajo durante los próximos días.
Dichas sesiones culminan con una exposición en la que se muestran los trabajos realizados por los niños y las niñas. La selección de los trabajos y el montaje de la exposición es responsabilidad de los(as) alumnos(as), así como la confección de carteles o invitaciones, para que asistan sus padres, compañeros y personal de la escuela.
Luego de haber culminado el ciclo de sesiones de pictoterapia dirigido a niños y niñas con necesidades educativas especiales, trastornos emocionales y del comportamiento, retardo en el desarrollo psíquico o retraso mental, se comprueba el cumplimento de los objetivos propuestos, por lo que estamos seguros de que la pictoterapia aplicada en la educación general, politécnica y laboral puede utilizarse como función preventiva, pues contribuye a canalizar de forma adecuada muchas conductas infantiles, y se evita así que lleguen a una descompensación manifiesta, que posteriormente requiera un tratamiento especializado. Además, es bueno señalar que la pictoterapia contribuye a desarrollar valiosos hábitos culturales, que sientan bases para que los niños y las niñas adquieran ideales de superación favorables al desarrollo integral de su personalidad.

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